lunes, 24 de enero de 2011

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A decir verdad, viviría permanentemente en la sensación de libertad de esos ya lejanos meses. Aun recuerdo que él tenía la capacidad de perturbar mi calma, y ella estaba de lleno en tu vida, pero podíamos permitirnos el gusto de eludir lo que nos diera la gana, lo sabes, lo se.
A decir verdad, cogería otra vez un avión o un coche en pantalones cortos y chancletas. Aquello acababa de comenzar. Cada día era un nuevo comienzo, en el que podíamos ser o no ser, las manos nos olían a sol, a arena, a ron barato y a ganas de vivir, y bajar a la playa de resaca era una maravilla si se hacía con las manos libres, las ojeras bajo las gafas y una sonrisa en los labios, toalla en un hombro, camiseta en el otro y la sensación de que eso nunca acabaría (aunque a decir verdad nunca acabó). Y los treintaitantos grados nos la sudaban, nuestra cabeza llena de planes y proyectos que no acababan nunca, cada cual mas descabellado y agotador, y nunca vimos las mañanas en la cala, solo los amaneceres en los que la música no paraba de sonar y sonar y la tarareaba cuando me metía en la cama, sin la necesidad de abrigarme, (en esos meses no existe ni el frío ni el vacío)... recuerdo aquel verano como si no hubiera ocurrido y solo fueran proyecciones de mi mente cansada del puto viento.

lunes, 17 de enero de 2011

con un par

Cobardía es negar la evidencia, no admitir el presente, y añorar el pasado, cobardía es sacar el paraguas cuando   solo chispea o quedarse en casa cuando esta anocheciendo, cobardía es un quien no arriesga no pierde, en vez de llevar a la practica el  dicho, cobardía es que las pesadillas te desvelen a mitad de la noche, y temor a descolgar el teléfono, cobardía es no reírse del mundo, no gritar a la noche y no besar a quien te apetezca, es no pisar fuerte, es mirar atrás o no hacerlo cuando se sabe que un cosquilleo recorrerá toda la columna vertebral, cobardía es tragarse las lágrimas, comerse los nudos en la garganta y disimular, es no joderse los lunes, por que si, los lunes hay que joderse y admitirlo, cobardía es no decir "de perdidos al río" y arrasar con todo, es tener miedo a los sueños, a los sueños que se sueñan despierto antes de dormir, cobardía es eludir la perspectiva y arrancarse los principios, cobardía es no equivocarse, es no decir te quiero, es no decir no te quiero, es no decir te odio, cobardía es escuchar un tema romántico y no salir a vivir tu propio tema. Cobardía es probablemente tu forma de ver la historia, o la mía, o la de él, probablemente no, cobardía es cojear de ganas de vivir.

sábado, 15 de enero de 2011

claro está

Vuelves a casa, con un gran dolor por todo el cuerpo y presagiando que mañana será un día duro, el maquillaje de tus ojos emborrona la mirada tan bonita con la que observabas hace tan solo unas horas luces y bullicio, el pelo alborotado, la ropa arrugada y los labios secos, más que la garganta. El camino se hace corto, por la mañana siempre es fácil acelerar el paso, y  ves como los responsables adultos y niños inician su día, sabiendo lo que la rutina les traerá, probablemente, algo que no quieren ninguno de ellos, pero tu la responsabilidad la dejaste atrás hace tres copas.
La llave se desliza suave por la cerradura, casi tan suave como las botas que te quitas en el felpudo para sigilosamente llegar hasta el espejo y mirarte  y pensar sobre la vida, porque parece ser que filosofar se inventó para los amaneceres.
Tu imagen se refleja en algo sobre lo que parece que no han pasado las horas, sin embargo, por ti, si han pasado pero a pesar de las ojeras si tuvieras que ponerle un nombre a esa situación sería el de felicidad, felicidad plena, en estado puro.
Has vuelto al origen, estás en la cama, después de hacer cosas inimaginables, has conocido a personas a las que sabes que no verás jamás, de las que probablemente no te acuerdes nunca, pero que han aportado un instante a tu vida, que merece la pena fotografiar en la memoria, has gritado, saltado, reído y has abrazado a los que nunca abrazas, pero deberías abrazar por lo menos una vez al día, por que lo sientes, porque sabes que es así.
Sí, tal vez te hayas caído al suelo, tal vez, hayas tenido una conversación telefónica indebida o hayas enviado un mensaje erróneo a un destinatario más que inapropiado, tal vez hayas abierto tu corazón a quien no debieras, o le hayas contado tus secretos a quien no le interesan, quizás te hayas comportado como una imbécil total, pero ¿y qué?, la vida esta llena de errores, y mira, hace unos meses ni te atrevías a cometerlos

martes, 4 de enero de 2011

ask.

Y creo que se acabó, se acabaron las vueltas a casa  de madrugada pensando en el sentido de la vida, se acabaron las esperas interminables en el anden de la linea cinco, o de la dos, las llamadas al meterme en la cama, se acabó el no pisar ciertos sitios de Madrid, o el sonreír al ver que esa chapa de cerveza continua incrustada en el suelo del parque donde la dejamos hace años. Se terminaron los propósitos, se terminaron las noches, los mensajes por la  noche, el sexo por la noche, los abrazos por la noche, los llantos por la noche, la cerveza por la noche y el besito de antes de dormir. No hay mas emoción (no habrá ni la emoción que creaban las mentiras infinitas).
La vida da demasiadas vueltas, creo que englobaría la esencia de todo lo que escribo. 
El otro día una mala película me hizo entender, que la intensidad de los acontecimientos no es un indicativo de nada, es mas, la verdadera clave de la vida está en saber demostrar que puedes ser mas intenso, que estás mas vivo que lo que pasa a tu alrededor.
Creo que en tres meses he aprendido todo lo que necesito saber: la vida se consume o te consume, y es necesario empezar a quemar cartuchos desde el momento en el que caes en la cuenta de que a tu edad no existe ni pasado, ni futuro a largo plazo, que a esta edad el sentido de la vida está en hablar un día de resaca para reconstruir la noche anterior entre todos y en volver pronto a casa pensando, en que tal vez se queden cosas en el tintero, pero que ya da igual, que las vivencias que se quedan en el tintero, o a medias, o sin acabar, siempre resultan ser las mejores. Digan lo que digan.

domingo, 2 de enero de 2011

hoy no.

"lo peor no es que hagamos continuamente el camino de la vergüenza, lo peor es que nos la suda hacerlo"